Al graduarse del seminario, un seminarista recibe títulos acreditados en Filosofía y Teología, similar a lo que se puede recibir al graduarse de la universidad. Los cursos que forman parte del programa en el seminario, el estudio de campo y las aplicaciones prácticas de los cursos se enfocan en enseñar a un hombre a ser un buen sacerdote. En un seminario, el seminarista vive en un ambiente donde se fomenta la comunidad, algo que no sucede en una universidad. Los seminaristas comen y rezan juntos, y tienen un apoyo mutuo de parte de sus compañeros y superiores que les ayuda en su camino al sacerdocio.