Los niños son el futuro de nuestra sociedad. La formación que ellos reciben de una educación católica es de gran beneficio porque aprenderán a vivir su fe católica no solo en la escuela, sino también cuando lleguen a asistir la universidad y cuando crezcan a ser adultos. Aunque muchos como usted no tienen hijos de edad escolar, los estudiantes que se educarán en nuestras escuelas católicas serán miembros importantes en nuestra sociedad que ayudarán formar la comunidad y cultura con Cristo en mente.